27 de enero de 2016
¿Tienen los refugiados de Siria un espacio en América Latina?
¿Cuál es el papel que América Latina ha jugado respecto a la crisis ocasionada por la guerra en Siria?
Xiomara Lorena ROMERO PÉREZ (27/01/2016)
De acuerdo con la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es una persona que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él […]”.
En el caso particular de Siria, según lo informó la ONU, el desplazamiento por guerra es la mayor crisis humanitaria que el ACNUR ha tenido que enfrentar. Si bien los esfuerzos por atender a los refugiados sirios se han concentrado, de un lado, en los países vecinos a Siria (Turquía, Líbano, Egipto, Jordania e Irak), que ya han acogido a más de 4 millones de refugiados y, de otro, en las posibilidades que los países europeos puedan brindar; resulta interesante detenerse a reflexionar sobre el papel que América Latina ha jugado.
Aunque el tema fue ampliamente cubierto por distintos medios de comunicación en septiembre de 2015, a enero de 2016, la situación parece ser la misma. De cara a los refugiados sirios, los países de América Latina podrían clasificarse en tres grupos. En el primero, se encontrarían los Estados que han adoptado acciones concretadas, incluso innovadoras, para favorecer la entrada de sirios. En el segundo grupo, incluiríamos a los Estados que si bien han manifestado un gran interés en la situación de los refugiados, no han concretado sus esfuerzos. Finalmente, en un tercer grupo, podríamos encuadrar a los Estados que no han realizado ningún esfuerzo en particular para atender esta crisis humanitaria.
En el primer grupo estarían Uruguay, Brasil, Argentina y Paraguay. Uruguay se destaca por haber sido el primer Estado de América Latina en brindar asilo para algunos refugiados de Siria. Bajo el gobierno de Mujica, y de acuerdo con los criterios fijados por la Comisión de Refugiados de Uruguay (CORE), Uruguay recibió a 42 sirios y se esperaba que, en el marco del Programa para Reasentamiento de Familias Sirias, ese Estado acogiera a otros 72 refugiados más. Sin embargo, con el cambio de gobierno, el avance de esta política se frenó ya que para en septiembre de 2015 los refugiados sirios solicitaron su retorno a Libia, de donde originalmente habían sido trasladados, en razón de las precarias condiciones a las que se enfrentaban en el Estado uruguayo.
Otro caso a resaltar, esta vez exitoso, es el de Brasil. A finales de 2015, Brasil había recibido a por lo menos 2077 refugiados sirios, según los datos del Comité Nacional para Refugiados brasilero (Conare). Esta cifra lo convierte en el país de América Latina que más refugiados sirios ha recibido. Se estima que la política pública brasilera para atender a estos refugiados ha sido exitosa por distintas razones. Por una parte, por la numerosa comunidad árabe que habita en el país, calculada en más de 3 millones de personas. Por otra, por el carácter novedoso de las medidas adoptadas, por ejemplo, Brasil fue el primer país en aprobar la creación de una visa humanitaria para los sirios y otras personas afectadas por el conflicto en Siria.
Argentina, por su parte, ha recibido a 263 refugiados sirios. Para ello, siguiendo el ejemplo de Brasil, el gobierno argentino creó el Programa Especial de Visado Humanitario para extranjeros afectados por el conflicto de la República Árabe de Siria o simplemente Programa Siria impulsado por la Dirección Nacional de Migraciones. Entre las medidas de este programa llama la atención que en adelante no se exige que el requirente tenga un vínculo familiar o de afinidad con un brasilero, y que la petición puede ser tramitada desde cualquier consulado de Argentina.
Finalmente, destacamos en este primer grupo de Estados el caso de Paraguay puesto que, pese a su reducida talla, ese país ha recibido a 23 refugiados, según la Comisión de Refugiados paraguaya (Conare). Se espera, además, la respuesta oficial referente a 40 solicitudes adicionales de sirios.
En el segundo grupo de Estados se encuentran México, Venezuela y Chile. Si bien es cierto, México ha realizado algunas contribuciones económicas al ACNUR, así como a otras organizaciones de asistencia humanitaria, hasta este año sólo 26 refugiados sirios han sido recibidos por ese país, de acuerdo con cifras presentadas por la propia Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados de la Secretaría de Gobernación (Comar). De las instituciones públicas, el Senado ha sido una de aquellas que más ha exhortando al gobierno para que se abran las puertas del país a los refugiados sirios. La sociedad civil, por su parte, mediante la organización Change, ha solicitado al gobierno que se comprometa a dar asilo a por lo menos 10000 sirios.
En lo que atañe a Venezuela, la propuesta de su mandatario, Nicolás Maduro, es ciertamente ilusoria. Según anunció el Presidente, Venezuela se comprometió desde septiembre de 2015 a recibir a 20 mil (!!!) refugiados sirios. Dada la magnitud de la propuesta, esta ocupó diversos titulares de prensa en aquel momento. Desafortunadamente, en el presente no se tiene ningún indicio de la concreción de esta iniciativa.
La propuesta de Chile, por su parte, es un poco más realista. La Presidenta Bachelet se comprometió a recibir por lo menos a 150 refugiados sirios. Con todo, el gobierno ha señalado que traer a los sirios tomará tiempo. Por consiguiente, no hay un señalamiento de plazos precisos, ni se ha dado a conocer una política pública en particular.
Al lado de estos Estados hay un tercer grupo de países para los cuales la reflexión sobre sus posibles acciones frente a la crisis siria continúa. En este grupo se encuentra Colombia. Acorde con la cancillería, Colombia ha recibido 25 solicitudes de refugiados sirios y ha aceptado 7. El gobierno no ha manifestado su intención en adoptar una política específica que flexibilice el trámite de las solicitudes de estos refugiados y tampoco se ha comprometido a recibir un número preciso.
La crisis humanitaria de Siria superó los 4 años. En total más de 1 millón y medio de refugiados sirios están a la espera de ser recibidos por otro Estado. Aunque los países de América Latina no disponen de los recursos económicos para impulsar grandes programas en favor de estos refugiados, la indiferencia, así como las simples buenas intenciones, no pueden ser una opción. Hay que actuar!