1 de diciembre de 2015

Todo se mide, incluyendo la paz.

La paz es susceptible de medición y de comparación, al menos eso es lo que pretenden los índices relativos al tema.

Xiomara Lorena ROMERO PEREZ (01/12/2015).

La paz es un tema que se impone en la realidad colombiana y que sin duda interesa igualmente a la generalidad de los Estados. Lo curioso es que este aspecto también es susceptible de medición y de comparación, al menos eso es lo que pretenden los índices relativos al tema.

¿Cómo se mide la paz? ¿Cómo está posicionada América latina y el Caribe de acuerdo con esos parámetros?

Pocos índices, pocos estudios

En la actualidad, existen dos índices para medir paz. El primero de ellos es el más reconocido y citado, mientras que el segundo es una propuesta de un Centro de Investigación que no ha podido concretarse.

El primer índice es el Índice Global de la Paz (GPI por su sigla en inglés). El GPI, que se publica desde 2007 y que actualmente incluye 162 países, tiene en sí mismo una contradicción sustancial. En efecto, aunque este índice pretende medir la paz positiva, es decir, una paz que no depende solamente de la ausencia de violencia sino que, como lo exponen los pocos autores que han escrito sobre el tema, aborda las condiciones estructurales que favorecen la resolución pacífica de conflictos, la mayoría de los 23 indicadores que lo componen se refieren a la paz en sentido negativo.

Los 23 indicadores se sistematizan en tres grupos: conflictos armados actuales, seguridad y bienestar de la sociedad, y militarización. En el caso colombiano, por ejemplo, dentro del primer grupo de indicadores sería relevante mencionar el número de muertes por conflictos armados y las relaciones con los países vecinos. Del segundo grupo llaman nuestra atención los indicadores de la percepción de la sociedad sobre la criminalidad, el número de desplazados, los niveles de delitos violentos y el número de población encarcelada. Del tercer grupo destacaríamos la facilidad de acceso a armas pequeñas y ligeras, y el gasto militar como porcentaje del PIB.

El segundo índice es el Índice de la Paz del Centro Délas de Justicia y Paz. La novedad de esta propuesta para medir la paz es que intenta representar/reflejar la contribución de cada país a la paz mundial. La principal dificultad de este índice es el número considerable de indicadores que incluye (más de 600). Pese a lo anterior, este índice parece realmente apuntar a la medición de la paz en sentido positivo al incluir en sus indicadores la seguridad: alimentaria, de salud, del medio ambiente, de cultura, de educación, etc.

En general estos índices coinciden en evidenciar los factores que contribuyen a la construcción de la paz y en intentar llamar la atención de los gobiernos y de la comunidad internacional sobre situaciones que podrían corregirse para promover la paz.

Resultados divididos en 2015

No se podría sostener que en la mayoría de Estados hay más paz cuando el GPI de 2015 pone en evidencia que en 81 Estados la situación mejoró, pero que en 78 países empeoró. Además, salvo dos indicadores (la contribución a fondos de paz de la ONU y los conflictos externos), la generalidad de los mismos presentó un deterioro marcado.

En términos generales para el año 2014, 15 de los primeros 20 Estados con el mejor índice de paz fueron europeos. Los tres primeros lugares los ocuparon Islandia, Dinamarca y Austria. Por su parte, los Estados que más mejoraron su situación en comparación con el año anterior fueron: Guinea-Bissau, Costa de Marfil, Egipto y Benín. De otro lado, los países calificados como menos pacíficos fueron Siria, Iraq y Afganistán y los que más bajaron su índice de paz fueron Libia y Ucrania.

En lo que respecta a la región de América latina y el Caribe, el índice presenta a Colombia (en el puesto 146), México (144) y Venezuela (142) como los países peor evaluados de la región en el año 2014, seguidos por Honduras (116), Guatemala (118) y el Salvador (123), todos con un índice bajo de paz.

Los mejores ubicados, con un índice de paz alto, son Chile (29), Costa Rica (34), Uruguay (44) y, un poco más lejos, Argentina (60). De otra parte, llama la atención que los países caribeños, incluídos Haití (98), y República Dominicana (100), figuran con un índice de paz medio. No obstante, el reporte precisa que a pesar de esa evaluación general, Centro Amércia y el Caribe son las regiones con los indicadores más bajos en cuanto a tasa de homicidio, crímenes violentos y percepción de criminalidad.

En el detalle del reporte del GPI se pone de presente que Chile conserva su posición en relación con el año precedente y se resalta que, en el continente, es el segundo país más pacífico después de Canadá. Además, se puede constatar que la situación peruana ha mejorado notablemente por la disminución del número de muertos resultantes de conflictos internos; de la misma forma que la situación ecuatoriana, gracias a la aprobación de políticas públicas sobre conflictos internos.

Son muchos los que no quedan conformes con el ranking de este índice, entre las críticas se destaca la asimilación de todos los Estados sin importan su talla o la densidad de su población, la cuestionable imparcialidad del instituto que lo elabora (el Instituto para la Economía y la Paz), la falta de unanimidad en la interpretación de conceptos y la carencia de datos.

Frente a estas críticas es necesario insistir en que sigue siendo más sencillo medir la paz negativa que la positiva; de otra parte, aun cuando podría resultar inexacto, el GPI se presenta como una herramienta para comparar la situación de ausencia de violencia en los Estados e ilustra aspectos que tienen incidencia en la promoción y el deterioro de la paz. Este índice también aporta algunos elementos de juicio para valorar la situación colombiana ante el proceso de paz con las FARC.

Una de las reflexiones sobre la necesidad de estos índices llamó particularmente mi atención: Deberían existir más estudios centrados en la paz y menos en los conflictos armados. La paz no se toma lo suficientemente en serio, y su estudio es deficitario (Schippa Camilla, Midiendo la paz…, p. 112).

Fuentes:

Mesa, Manuel. Medir la paz y el desarrollo: Nuevas miradas sobre la realidad, Anuario CEIPAZ, No. 4: El mundo a la deriva: Crisis de Pugna y de Poder, [en línea], 2011-2012, p. 25-44. Disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4273469

Relatoría del seminario Barcelona, Institut Català International per la pau. Midiendo la paz. Iniciativas, limitaciones y propuestas, [en línea], marzo 2010. Disponible en: http://icip.gencat.cat/web/.content/continguts/publicacions/documents_i_informes/arxius/icip_documento_1_03a_2010.pdf

Instituto para la Economía y la Paz, Índice Global de la Paz 2015.